lunes, 19 de septiembre de 2011

Lanzándose la pelotita, y jugando con la salud de los jóvenes, claro que es obligación de los inspectores municipales la vigilancia en los antros de los menores de edad y la consignación a la Fiscalía a quien permite la entrada.

Por Loom “el Cabrón Chino”  Claro que se están haciendo pendejos con los enjuagues con los “Antreros”  o no mis ratones.  Eso no lo deberán de permitir los padres de familia,  o lo pagaran muy caro cuando sus hijos se encuentren inmersos en las “Drogas”  El consumo de alcohol en los jóvenes no será regulado por la Secretaría de Salud estatal. Alejandro Campa Avitia, titular de la SSE asegura que es compromiso del municipio sancionar a quienes venden alcohol a menores de edad, mientras que al Instituto de Salud Mental le corresponde la prevención y promoción de programas para lograr la concientización. Mientras el ISMED asegura que no tienen recursos para realizar las campañas de prevención y promoción en contra de las adicciones, en especial para erradicar el consumo de alcohol en los adolescentes y jóvenes, la Secretaría de Salud refiere que a través de ellos los servicios de salud previenen la venta deliberada del consumo de bebidas embriagantes en jóvenes. De acuerdo con cifras del Instituto de Salud Mental, la disminución de jóvenes en el consumo de cristal ha decaído en este año. Por el contrario, se ha cuadriplicado la cifra de adolescentes que ingieren bebidas alcohólicas entre los 14 y los 18 años de edad. Para Alejandro Campa Avitia, la Comisión para la Protección de Riesgos Sanitarios (COPRISED) actúa con el alcohol y el cigarro, consideradas drogas lícitas y donde la comisión actúa es la vigilancia de que se cumpla que en los negocios donde está prohibido fumar, lo hagan. En tanto que las prohibiciones para el alcohol en su venta para menores de edad y acceso en determinadas horas, así como las sanciones debe regularlas el municipio. Al ser los accidentes automovilísticos la primera causa de muerte en los jóvenes, Campa Avitia "tenemos acciones y prevenciones de la salud para concientizar en las escuelas, las comunidades o en los municipios, la combinación del abuso del alcohol con el volante". Es en las colonias de la periferia donde se ha registrado el mayor número de jóvenes intoxicados por el consumo de bebidas embriagantes, aunque para la enfermedad del alcoholismo no existen clases sociales. Al referirse que se tratan de problemáticas de descomposición social, que provienen desde el núcleo familiar, "lo que falta es unir a la familia, fortalecer los valores", y recalca la falta de autoridad en las familias que evitarían que los jóvenes ingieran bebidas embriagantes al salir de la escuela o que consuman de forma deliberada cada fin de semana. Recuerden  son las “Ocho saben dónde andan sus hijos”.