Pascual Alvarado Maldonado. Gómez Palacio, - Las Vicentinas de esta ciudad, son parte de un gran movimiento de servicio a los pobres que se remonta al año de 1617 con las Cofradías de la Caridad fundadas por San Vicente de Paúl; hoy reagrupa de 250,0000 voluntarias de 54 países. Este importante movimiento surge en la ciudad de Gómez Palacio hace 19 años y sus integrantes no descansan y, fuera de reflectores publicitarios hacen el bien a los sectores menesterosos del tejido social. Hoy 25 voluntarias con entusiasmo, aplicando oraciones, pero sobre todo acciones cotidianas, cumplen con sus propósitos; aunque nunca están satisfechas, por no alcanzar los recursos para entregar por la inmensa demanda. Su presidenta es la Sra. Yolanda Balza de Aguirre; acompañada por las damas: Mª. De los Ángeles de Alonso, Amalia V. de Vargas; Magdalena (Güera Rodríguez), Raquel L. de Porras, Flavia Azures, Carolina N. de Torres y otras importantes voluntarias no cesan en su empeño por cumplir con los principios promovidos por San Vicente de Paúl. Su labor actual destaca en la entrega de despensas, cobijas, ropa, pan, artículos para discapacitados, utilizando diagnósticos precisos de los más necesitados, además mantienen el desayunador de la col. Ricardo Flores Magón, con la asistencia a cerca 100 niños. Los grupos especiales que atienden son los infantes y las personas de la tercera edad. Destacan sus visitas al Hospital General entregando a los enfermos pañales medicinas y hacen oraciones con los familiares. Su fuente de recursos es por medio de actividades como: tómbolas, rifas eventos artísticos y cuentan con algunos padrinos caritativos que les dan donaciones mensuales. Su proyecto estratégico es la guardería para personas de la tercera edad. El mismo se encuentra en obra negra, en el que han invertido 5 millones de pesos. En el quieren instalar un Columbario, una Capilla y la infraestructura para atender a los visitantes. Su modelo operativo es de naturaleza autofinánciale. Solo tienen el inconveniente, que después de años no pueden completar su sueño por lo que la sociedad duranguense y el propio gobierno estatal y municipal deberían de solidaricen con este valiosísimo proyecto y, con ese ejemplar grupo. Es loable reconocer y respaldar a estos conjuntos de la sociedad civil empeñados en ayudar a los más necesitados.