miércoles, 30 de marzo de 2011

El Papa: 'El aborto y el matrimonio gay definen lo más insidioso y peligroso'

Agencias FÁTIMA (PORTUGAL) El Papa ha dicho que el aborto y los matrimonios entre personas del mismo sexo son opuestos al "bien común", además de definir "lo más insidioso y lo más peligroso". El máximo dirigente católico apoyó las iniciativas que tutelen la vida desde el momento de la concepción, así como la familia, "basada en el matrimonio indisoluble entre un hombre y una mujer". Benedicto XVI hizo esas manifestaciones en el discurso que dirigió a las asociaciones católicas dedicadas a la pastoral social, con las que se ha reunido en la iglesia de la Santísima Trinidad, de Fátima, tras la misa que celebró en la explanada del santuario luso, a la que asistieron más de medio millón de personas. "Las iniciativas que tienen el objetivo de tutelar los valores esenciales y primarios de la vida, desde su concepción, y de la familia, basada en el matrimonio indisoluble entre un hombre y una mujer, ayudan a responder a algunos de los más insidiosos y peligrosos desafíos que hoy se oponen al bien común", dijo el Papa. El Obispo de Roma agregó que esas iniciativas constituyen "elementos esenciales para la construcción de la civilización del amor". Benedicto XVI expresó su "más profundo aprecio" a todas aquellas iniciativas pastorales y sociales "que intentan luchar contra los mecanismos socio-económicos y culturales que llevan al aborto y que defienden la vida y la reconciliación y curación de las personas heridas por el drama del aborto". El Pontífice afirmó que el amor incondicional de Jesús hacia los hombres obliga a éstos a entregarse gratuita y generosamente a los otros mediante la justicia y la caridad.


Criticó la 'presión de la cultura dominante' Tras resaltar la labor que estas instituciones realizan con los pobres, enfermos, detenidos, vagabundos, personas abandonadas, discapacitados, emigrantes, desempleados, etc, el Papa manifestó que la Iglesia no está capacitada para ofrecer soluciones prácticas a cada problema, pero sí está dispuesta a ayudar y ofrecer medios de salvación a todos. Benedicto XVI criticó la "presión de la cultura dominante" a la hora de realizar esa labor caritativa. "La cultura dominante presenta con insistencia un estilo de vida basado en la ley del más fuerte y beneficios fáciles y atractivos, que acaban por influir sobre nuestro modo de pensar, nuestros proyectos y las perspectivas de nuestro servicio, con el riesgo de vaciarlo de esa motivación de la fe y la experiencia cristiana", denunció. Refiriéndose a las asociaciones católicas de ayuda, el Papa dijo que "es necesario que se vea claro su orientación, que asuman una identidad bien evidente".

También exigió que se les conceda "autonomía e independencia de la política y de las ideologías", aunque colaboren con los estados para alcanzar sus objetivos. Tras ese encuentro, el Papa tiene prevé reunirse con el medio centenar de obispos de la Conferencia Episcopal Portuguesa