Por Pascual Alvarado Maldonado.
A estas alturas del partido… Cuando ya pasamos los mejores años de nuestra vida, es cuando hay que cuidarse más… ¿Cómo? ¿A tus 50 y tantos años?...Preguntó un amigo, pos claro, hay que cuidar la alimentación, con eso de la diabetes, alta presión, triglicéridos y para de contar, le respondí… Está por llegar… La temporada de frío y por ende, hay que abrigarse bien, cuidarse de la lluvia, en fin, molestarse en andar como señorita que necesita los más profundos cuidados… A mi me ha tocado en suerte… ¿O desgracia? de tener siempre, desde muy joven, el servicio del Seguro Social, que, como quiera que me la pongan, es efectivo, sobre todo para alguien que como nosotros, carecemos de recursos para acudir a una clínica particular… Todavía me acuerdo que… Alguna vez, luego de una noche de farra, tendría yo entre 17 y 18 años, no sé qué comí y estuve cuatro días muy malo del estómago… Desde el primer día… Me reporté a la oficina en donde trabajaba y ellos me reportaron al Seguro porque en ese tiempo los médicos iban al domicilio del enfermo. Si aunque no lo crea, había consultas domiciliarias por parte del seguro, no como ahora, en que tienes que “desmañan arte” para ver si alcanzas consulta… Muy malo me puse… Vomité toda la noche y a eso de las 10 horas del siguiente día, estaba convertido prácticamente en un guiñapo, ‘estás echando la hiel’, me reprimió “mi ama” al ver que puro amarillo salía de mi boca... Pero en la juventud… Se alivia uno con la menor medicina que le den… Mi “ama” , diligente y atingente como suele ser…Me preparó un caldo de pichón con mucha verdura, pero antes me dio algo, no se que sería, que hizo que me aliviara pronto…
Y el médico del Seguro Social, no llegaba… Total que me compuse y me fui a trabajar, sin la consabida incapacidad, porque el médico nunca llegó, hasta que una tarde, la siguiente de haberme reportado a mi trabajo, se apareció, y me le presenté… ¿No que estabas enfermo?, me preguntó. Claro que estuve enfermo, pero si viene usted a la semana, de seguro ya me alivié, o de plano me morí, contesté riéndome en una actitud que para nada gustó al doctor… Hizo un mohín el médico… Pero con todo y todo, me extendió la incapacidad, misma que al día siguiente entregué en la oficina y con eso ya no me descontaron los días que había faltado. .. Así era el servicio… A domicilio y eso si llegaba el médico. Ahora con ir a la clínica que nos toca, santo y bueno, pero hay que irse muy temprano (de madrugada), porque si no, no alcanza ficha… Así que… Si realmente llega muy mal, vale más ir a ver a un médico particular. La ventaja que con el doctor Simi, la consulta vale 20 pesos y no hay mayor problema… Como le cuento… A mi me tocaron tiempos difíciles en el Seguro Social, pero nada como ahora…Dicen que porque somos más usuarios…Pero también más las aportaciones de los patrones y los trabajadores. Yo, religiosamente aporto de mis quincenas una cantidad que si la acumulo, bien me puedo contratar una póliza de Gastos Médicos… Las clínicas…Están al tope y hacen falta más médicos y enfermeras, antes que los que hay, terminen por no darse abasto…Faltan medicinas…Médicos especialistas, pero sobre todo, que el personal entienda (que no sea déspota) que están para servir al derechohabiente no a sus familiares …Y más aún…Que sepan que si disfrutan de salarios y percepciones onerosas que incluyen dos o tres vacaciones por año, es gracias a lo que nosotros aportamos…No piensen…Que cuando acudimos a consulta, lo hacemos por gusto y mucho menos que vayamos a pedirles un favor…La asistencia social…Es un derecho que nos hemos ganado a pulso. Yo por ejemplo, cotizo desde 1974, es decir tengo 36 años ininterrumpidos haciéndolo, entonces ¿cree Usted, caro y estimado lector que cuando acudo al IMSS voy a pedir un favor? De ninguna manera…Ojalá … Y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), verdaderamente cambie…Se que es una tarea harto difícil…Más no imposible…Desafortunadamente…El aparato burocrático que lo envuelve, impide que puedan mejorar las condiciones de servicio y el mejoramiento de las instalaciones que están hechas un asco y deprimente…Basta acudir…A cualquiera de las unidades u hospitales de la 10, 46 y 51 para comprobarlo…Basura por aquí… Basura por allá, sanitarios destrozados y malolientes (parecen barquillos), pero saben que, todo eso sería soportable si el servicio fuera eficiente…Aunque no lo crea…Tengo la esperanza de que algún día las cosas sean diferentes y pondrán más atención a nuestra salud, porque a no ser las vacunas, no hay un servicio que se diga que es adecuado para los derechohabientes…
Hasta me dan ganas de llorar y mentarles la madre… Ayudándome el Niño de La Calle