Por el Chino Loom. La evolución de la humanidad está llena de guerras y conflictos y realmente no se puede explicar sin ellos. Muchísimas veces nuestra alternativa personal para resolver un conflicto es la violencia y la imposición. Durante el proceso de la historia y en la vida cotidiana vemos continuamente que cuando un poder o alguien se imponen a otro mediante la fuerza, este poder está predispuesto a que se vuelva a perder por el mismo sistema, por la fuerza. Se acepta que la fuerza es el recurso, último o habitual cuando está interiorizado como parte de la cultura propia y de nuestra forma de hacer para obtener la razón. De esta forma se continúa dando ejemplo para perpetuar el mismo mecanismo de resolución de conflictos, la fuerza, y se está construyendo una sociedad violenta y en permanente amenaza, siempre en nombre de la razón y la verdad. Y cada vez que hay una imposición por la fuerza se dan muchos pasos hacia atrás en el progreso social, si no es que se destruye totalmente lo conseguido hasta ese momento. Pero a pesar de esta realidad la mayoría de las personas continúan pensando que la violencia y la imposición no es el mejor camino para resolver los problemas y que una sociedad en paz sería muy deseable para el bienestar propio y para el progreso de la humanidad. Para ello, para conseguir una sociedad en paz, como rasgo distintivo de la especie humana, tenemos la inteligencia que nos permitiría comprender y reflexionar sobre la realidad que nos rodea desde una perspectiva global, además de comunicarnos, asociarnos y utilizar la libertad para crear y construir una sociedad mejor. También es cierto que la inteligencia se puede utilizar para todo lo contrario pero sería una inteligencia mal entendida en cuanto estas actuaciones van en contra del progreso de la misma humanidad. Nos parece que la definición de paz no tendrá que ver tan solo con que no haya guerra, hecho que por descontado es imprescindible para el desarrollo. Esto sería una concepción muy frágil y un tanto negativa en cuanto que concebirla solamente como la ausencia de guerra sería indicativa de una cultura de violencia. Por lo expuesto anteriormente se deduce que la paz es una forma de interpretar las relaciones sociales y una forma de resolver los conflictos que la misma diversidad que se presenta en la sociedad hace inevitables. Y cuando hablamos de conflictos, no nos referimos tan sólo al conflicto bélico sino también a la contraposición de intereses entre personas o grupos o las diferentes formas de entender el mundo. Nos referimos al conflicto como un hecho natural de las relaciones sociales por lo que la solución de estos conflictos no puede ser mediante la violencia pues estaríamos asegurando de forma permanente una sociedad violenta. Desafortunadamente Durango es uno de los estados más violentos del país, los números de homicidios, robos, secuestros, y otra serie de delitos del fuero común son alarmantes, el bulling en las escuelas etc. y es nuestra obligación como Legisladores Locales hacer las modificaciones necesarias nuestro marco Jurídico Estatal para reducir la violencia en nuestra Entidad y específicamente a los Diputados del Partido Acción Nacional nos preocupa y queremos aportar nuestro granito de arena en esta materia para legislar en beneficio de los ciudadanos duranguenses. Por ello, el tema de la cultura de paz es un asunto demasiado relevante y consideramos que esta Legislatura debe impulsar y crear normas en esta materia, con la finalidad de que el Gobierno del Estado y los Ayuntamientos implementen acciones y políticas públicas para establecer en Durango una Cultura de la Paz y de la No violencia, en donde estaríamos creando una legislación de vanguardia con un tema que preocupa y lacera a la sociedad duranguense, como es la violencia. Por ello, la creación de una cultura con estas características, también llamada irenología es decir, la ciencia que estudia la paz. Es la única que puede garantizar un desarrollo pleno del individuo y en consecuencia, de la colectividad. Por lo tanto, sin un desarrollo humano endógeno y continuo, la paz no puede ser sostenida. La educación relativa a los derechos humanos constituye el fundamento de la cultura de paz, dado que la paz y los derechos humanos son conceptos interdependientes pero perfectamente separables .Al difundir el Informe de Seguimiento de la Educación para todos en el Mundo 2011, Una crisis encubierta conflictos armados y educación, esa organización considera que la situación de nuestro país es de “violencia intensiva. El Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, tras presentar su primer diagnóstico calificó a Chihuahua y Durango, como los estados más violentos del mundo, enmarcados entre las regiones más violentas del planeta, a tal grado que si Chihuahua fuera un país sería el más violento del mundo.