lunes, 25 de junio de 2012


“Cuento corto”            El Diablillo del Niño de la Calle  se tatema la nalga, con la Reforma Política de Estado y se tambalea el  “propio Infierno”  Las malas acciones cometidas en la reforma del estado,  la no inclusión de las propuestas ciudadanas, el ya sabido madruguete,  “Todo Cocinado” acciones que en  vida hacen que su alma no tenga cabida en el cielo, me refiero a él Gran Ángel caído Luis Enrique Benítez,  motivo por el cual después un exhaustivo juicio se decida que  merece el purgatorio.



Por El santo Diablillo”  El santo barón Benítez,   Es echado a un lugar donde solo hay lloro y crujir de dientes, pero su soberbia y arrogancia hacen que se ponga a maquinar en contra del mismísimo demonio, a quien le dice que ya es muy viejo y que el infierno necesita otros líder que sea capaz de llevar a cabo una reforma de fondo en el lugar que por siglos ha sido de tormento. La Diablura de Benítez Ojeda se debe a que se comprometió a interceder por quien ya estaba en agonía y se tenía la certeza de que tampoco lo dejarían entrar al cielo pues se temía que formara un consejo de angeles a modo para ungirse como Dios, esto dado el ego del quien había llegado a Promover una Reforma de estado,  de una manera fraudulenta apoyado por su amigo que ahora se enfrentaba al mismo demonio para destronarlo y sentar  sus reales  del  renovado PRI. Los razonamientos de quien en vida solo se había dedicado a torcer la Ley para favorecerse, pusieron a temblar al diablo quien reflexionó –estos tipos traen una soberbia descomunal   ¡que hasta a mí me da miedo¡  lo peor es que  ¿si se lo proponen se me desbancan?   El que me lo hayan mandado representa un terrible castigo, que pecado viejo deberé, nunca había visto tanta altanería-. De este Chapulín  refiriéndose a lo malévolo de Benítez,  El mandamás del lago de fuego que arde de día y noche, se puso nervioso, la neta se   “notaba  culeado”  sobre todo porque sabía que la llegada de una “bola de Dinosaurios del PRI” estaba cerca, pero Benítez Ojeda ya preparaba el camino para que uno de sus  cuates,  se convirtiera en el Satanás Patito,  llevando como diablo menores a todos aquellos que habían colaborado con el  sexenio. La pretensiones del reformador inquilino, tomaron mayor auge cuando se dio cuenta que en este lugar se encontraban refundidos varios “columnistas y algunos aspirantes”  que en vida habían hecho de la Loa un apostolado y que de seguro aliados con Benítez  recuperarían los generosos beneficios económicos tan añorados. Empezaron con los golpes bajos, exigiendo la cabeza del diablo, señalando que su tiempo ya había pasado y era necesario otro Jefe, lo acusaron de todo y por todo, mientras Benítez a puerta cerrada en compañía de otros 29 espíritus malignos, ya preparaba como si fuera una “Maruchan”  la nueva “Reforma del  Estado en el Infierno”   Se llegó el día tan esperado,  murió Castro Hidalgo,  en el cielo no lo quisieron, pues no mostró arrepentimiento por  lo cometido en vida, lo mandaron al lago de fuego donde Benítez Ojeda ya tenía un armado un Consejo a modo, lo nombraron comandante en jefe del lugar, nombro su equipo de colaboradores, los espíritus mas nefastos que encontró, empezaron las arbitraria des y tormentos al  por mayor todos querían mandar e imponer sus criterios, el diablo caído desde su destierro observaba detenidamente las nuevas reglas de operación impuestas por  Benítez Ojeda,  sorprendido y con mucho temor exclamó, ¡ESTO ES UN INFIERNO Reformado¡