jueves, 30 de diciembre de 2010

El Niño de La Calle de “Barbero” y pedinche

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Por Loomizqui



Yo les pido a los señores Legisladores, la neta hablándole al chile “pelón” se pongan a trabajar no mamen, se pasan de lanzas ven el temporal y no se hincan, están cabrones “Humildemente” ya en serio o le bajan dos rayitas o los electores se las cobraran al “rayo”. “Encarrilado el ratón me vale madre el gato”. Pido un 2011 en el que se acabe la impunidad y los privilegios de quienes creen que esta República Mexicana es de su exclusiva propiedad y por lo tanto, pueden explotarla a su antojo. Pido cumplan con las obligaciones de sus cargos y se dedicaran a servir y no a servirse. Pido impartición y administración de la justicia, tan equitativa y digna, como debería ser. Me encantaría que aquellos que la procuran y los que la imparten, hicieran a un lado ambiciones, corruptelas, influyentísimos y obediencias a líneas de cualquier índole, por el bien de su propia conciencia y la necesidad de millones de mexicanos, sedientos de derechos que nunca alcanzan.


Pido una patria en la que cupiéramos todos, sin discriminación alguna ni diferencias marcadas por el “tener” y no por el “ser”. Que cada uno pudiera ver cumplimentadas sus necesidades y que se abatiera esa millonada de compatriotas que no alcanzan a llevarse ni un pan a la boca. Que dejara de crecer la inmunda cifra de quienes viven en condiciones de pobreza y de indigencia y que se reprodujera la ayuda a quienes más la necesitan.


Pido que las castas divinas, en lugar de invertir en su promoción, dirigieran esos ríos de oro a la construcción de más hospitales, escuelas, casas de asistencia y de auxilio a los adultos mayores, las personas con discapacidad y los más pobres. Pido que se hiciera más, mucho más, a favor de las familias que sufren violencia; de las mujeres golpeadas, de los niños sobre los que pesa el lastre de una agresión, que les dejará huellas para toda la vida.


Pido que desapareciera la brutalidad de los mares de sangre de la lucha contra el narcotráfico. Que los distintos gobiernos se ocuparan de viudas y huérfanos. Que se les garantizaran sus derechos primarios, como el de la salud, la educación y el trabajo. Pido que se abatieran las cifras del desempleo y que se atrajeran inversiones creadoras de trabajos. Pido para castas divinas divorciadas de quienes deberían de ser su objetivo único y primordial. Pero a veces olvidamos que tenemos dioses del Olimpo, más que gobernantes y que allá, desde las inconmensurables nubes de sus dichas, resulta más que imposible voltear a ver lo que sucede en una realidad a la que ni ven ni escuchan ni entienden. A pesar de tanto despropósito y del negro panorama, mis mejores deseos para el 2011, Se que pedir no empobrece el dar es lo que aniquila” pero pedir para otros es lo único que puedo pedir para mí ni “Madres” Dios les dé el doble de lo que se atrevan a dar.